Cómo hacer una disertación filosófica

Realizar una disertación filosófica es una de las tareas exigentes a las que te vas a enfrentar en tu vida académica y requiere de una buena planificación y organización para lograr un trabajo de calidad. Por eso, desde Arpobare hemos intentado recopilar toda la información que consideramos útil para ayudarte a escribir una excelente disertación filosófica.

Pero antes de ir a nuestros consejos y recomendaciones sobre cómo escribir una excelente disertación filosófica, es importante hacer una breve introducción al tema.

La filosofía es una disciplina que se encarga de estudiar cuestiones fundamentales acerca de la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral y la sociedad. Por eso, realizar una disertación filosófica implica profundizar en temas muy complejos para los que muchas veces no hay una respuesta correcta, sino que hay analizarlos desde diferentes perspectivas.

Las disertaciones filosóficas son un elemento clave en la formación académica. La filosofía está incluida en bachillerato para hacer que los estudiantes, ya a un nivel más avanzado, aprendan a analizar, razonar y especialmente a argumentar. Además, es una oportunidad para profundizar en temas vitales de su interés y para mostrar sus capacidades a sus profesores y compañeros.

El objetivo de este artículo explicaremos que es una disertación filosófica y sus características, qué estructura debe seguir y los pasos para hacerla. Además, al final te daremos una serie de temas como ejemplo y también damos respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes que suele aparecer.

Una disertación filosófica es un trabajo escrito que tiene como objetivo presentar y desarrollar una idea original sobre un tema filosófico, utilizando argumentos sólidos y coherentes.

En algunas ocasiones viene dada la corriente filosófica que se debe defender, aunque otras veces simplemente te darán el tema y podrás escoger en qué corriente de pensamiento posicionarte.

Las disertaciones filosóficas se enfocan en la reflexión crítica y en la argumentación rigurosa, no existe una respuesta única correcta en la mayoría de ocasiones sino varias siempre y cuando estén argumentadas correctamente.

La disertación filosófica se diferencia de otros tipos de trabajos académicos, como el ensayo o la monografía, en que requiere un análisis y una argumentación mucho más profunda y extensa y debe estar basada en una tesis original, la cual presente una argumentación sólida y coherente para sostenerla.

Dependiendo del tema desarrollado existen varios tipos de disertaciones filosóficas. Estos son algunos de los más comunes:

• Disertación teórica: Se analizan teorías filosóficas y se reflexiona sobre su validez y relevancia.
• Disertación histórica: Se evalúa la evolución histórica de un tema filosófico y se reflexiona su relevancia actual.
• Disertación aplicada: Se aplica la filosofía a problemas concretos de la sociedad o de la cultura.

Hay muchos tipos de trabajos que tienen una estructura bastante libre, pero este no es el caso de las disertaciones filosóficas. La estructura de este tipo de trabajos es mucho más estricta y hay una serie de elementos con los que siempre debe contar y que deberás incluir para escribir una buena disertación y que sea válida.

Estos son los elementos básicos que debe tener una disertación filosófica:

• Introducción: Se presenta el tema de la disertación y se establecen los objetivos principales que tiene este trabajo. También se expone brevemente las razones por las que este tema es relevante y se introducen los argumentos que se desarrollarán en la disertación.
• Marco teórico: Es una presentación de la información existente sobre el tema principal del cual trata la disertación. En este apartado se revisan las fuentes bibliográficas más importantes y se presentan los distintos puntos de vista existentes en torno al tema.
• Desarrollo argumentativo: Sin duda el apartado más amplio del trabajo. Aquí se desarrollan los argumentos presentados en torno a la tesis que queremos defender. Los argumentos tienen que ser claros y precisos, sin que puedan dar lugar a ambigüedades. También es necesario aportar ejemplos y dependiendo del tema, evidencias para respaldar la validez de nuestros argumentos.
• Conclusiones: Tras la argumentación detallada que se ha defendido, en este apartado se debe resumir brevemente lo ya analizado, añadiendo una valoración crítica resumida sobre tema principal.
• Bibliografía: Como es habitual en los trabajos más extensos como trabajos de fin de grado, las disertaciones filosóficas siempre deben incluir una bibliografía en la que se recogen todas las fuentes empleadas durante la redacción de la disertación. Existen normas estándares para la enumeración de este tipo de contenido.

Como ya debes haber deducido a estas alturas, escribir una disertación filosófica no es nada fácil. Pero si sigues estos pasos puede que se vuelva un poco menos complicada.

• Elige el tema: Lo primero y más importante es elegir el tema. Siempre y cuando sea posible, ya que en algunas ocasiones el alumno no tiene la opción de elegir, sino que los temas son directamente asignados por los profesores. Pero puedas elegir tema o no, es primordial que establezcas claramente el objeto de estudio y definas la tesis que vas a defender.
• Investigación y recopilación de información: La investigación es una de las partes más laboriosas. Debes recopilar la información necesaria para elaborar la disertación. Para ello siempre debes usar fuentes de información fiables y que se sustenten en datos válidos para tu argumentación. Una ayuda extra para recopilación de información es la creación de fichas de estudio, ya que te ayudan a estructurar ideas y argumentos que luego utilizarás en la argumentación.
• Elaboración del marco teórico: Cuando ya tengas información suficiente, esté ordenada y sea clara, tienes que elaborar el marco teórico donde tienes que exponer las principales teorías y debates que existen en torno a tu tema y marcarás las bases para el desarrollo argumentativo.
• Desarrollo de la argumentación: Tus argumentos tienen que ser claros y tienen que estar respaldados por evidencias. La referenciación es clave en el proceso de argumentación, ya que te ayudará a defender tus argumentos de una manera sólida. No escatimes en argumentos que refuercen tu tesis, siempre y cuando estos sean relevantes.
• Conclusiones y recomendaciones: La conclusión debe ser clara y concisa y debe tener un punto crítico. Es aconsejable incluir recomendaciones para futuras investigaciones.

• Organizate: Es vital que planifiques y organices tu tiempo de manera eficiente para poder cumplir con los plazos establecidos. Nuestra recomendación es que antes de empezar, elabores un calendario donde establezcas objetivos y que lo sigas en la medida de los posible.
• Redacción y presentación del trabajo: Tu disertación debe tener una buena presentación y estar correctamente redactado. Utiliza un lenguaje técnico y verifica las partes y la estructura con la que debe contar el trabajo antes de empezarlo.
• A lo largo del trabajo, este irá cambiando ligeramente y es muy probable que hagas modificaciones y vayas añadiendo nueva información en apartados que ya estaban desarrollados. Por eso es importante hacer correcciones periódicas para identificar posibles errores.
• Lo mejor para defender tu trabajo ante un tribunal, además de ensayar en voz alta, es ayudarte de una presentación donde estén nombrados los temas más importante para que no olvides ningún punto clave.

Como ya hemos mencionado antes, es posible que no tengas la suerte de poder escoger que tema desear defender. Pero si es el caso, existen muchísimos temas entre los que elegir y dependerán en gran medida de tus intereses. Algunos temas comunes que se suele abordar son:

1. Grandes filósofos a lo largo de la historia como Kant, Nietzsche
2. Problemas filosóficos clásicos: la razón del ser, la verdad, etc.
3. Política: liberalismo, socialismo, marxismo, etc.
4. Ética: la justicia, la libertad, etc.

Estos son solo algunos ejemplos de disertaciones filosóficas que esperamos que te inspiren:

–        Disertación sobre «realidad y apariencia»;

–        Disertación sobre «el tiempo»;

–        Disertación sobre «¿Sería bueno prescindir de los mitos?».

En resumen, hacer una buena disertación filosófica requiere de una planificación y organización adecuadas. Es importante tener en cuenta que la filosofía es una disciplina que se encarga de estudiar cuestiones fundamentales acerca de la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral y la sociedad, por lo que implica profundizar en temas muy complejos para los que no siempre hay una respuesta correcta.

La realización de una disertación filosófica puede resultar un reto, pero con los consejos y recomendaciones adecuados, podrás alcanzar un trabajo de calidad.

¡No dejes pasar más tiempo antes de la fecha de entrega!

Pide ahora presupuesto sin compromiso, cuesta menos de lo que te esperas. Respondemos en solo unas horas y si te interesa empezamos de inmediato.