La estructura del Trabajo Fin de Estudios en Universidades Españolas

La portada es lo primero que van a ver de tu Trabajo Fin de Estudios (TFE), por lo tanto, debe incluir datos como tu nombre y el de tu tutor académico, nombre de la universidad y de la facultad o departamento, título completo del trabajo, tipo de trabajo (si se trata de un TFG o un TFM) y el año académico. No debemos olvidar seguir las normas de formato que establezca la universidad en cuanto al diseño de la portada.

En el resumen debemos incluir el objetivo de la investigación (qué intentaste averiguar), la metodología que se emplea (cómo lo hiciste), los resultados principales que se pretenden obtener y una conclusión. Esta información debe redactarse de una manera sencilla para facilitar la comprensión y concisa, ya que generalmente debe ocupar entre 150 y 300 palabras.

Por otro lado, las palabras clave, que suelen ser entre 3 y 5, son los términos que caracterizan el contenido de tu trabajo y facilitan su búsqueda en bases de datos.

El índice constituye una manera de enseñar el contenido de tu trabajo de una forma visual y ordenada. Debe estructurarse lógicamente y reflejando tanto títulos principales como subtítulos de todos los apartados e incluir los números de página correspondientes.

Si el trabajo realizado contiene material visual, como tablas, figuras o gráficas, añade una lista en las que aparezcan todas y así ayudar al lector a orientarse.

La introducción es una de las secciones principales ya que va a suponer la primera impresión sobre tu trabajo. En ella debemos presentar el tema del trabajo y justificar por qué es importante, formular el problema de la investigación, definir los objetivos que llevarás a cabo para resolver ese problema, describir de manera general la estructura del trabajo y sobre qué van a tratar las distintas secciones e indicar el alcance o las limitaciones que puedan aparecer.

En esta sección se demuestra la comprensión que tenemos sobre el tema y tu conocimiento sobre el mismo. Además debemos presentar las teorías y conceptos clave que sustentan tu investigación, analizar investigaciones previas sobre el tema y qué conclusiones puedes sacar de ellas, identificar y definir qué puede aportar tu investigación al tema y construir un marco teórico, es decir, explicar cómo las teorías que has encontrado se relacionan entre sí y cómo forman la base de tu análisis.

En este apartado se describe cómo vas a realizar tu investigación. Esta sección debe ser muy detalla, incluyendo datos como el tipo de investigación (si es cuantitativa, cualitativa, mixta, descriptiva…), la población sobre la que se va a realizar el estudio y cómo los seleccionaste, instrumentos de recolección de datos (encuestas, observaciones, experimentos…), procedimiento de recolección de datos (es decir, cómo lo hiciste y qué secuencia seguiste), métodos de análisis de datos (por ejemplo estadísticas) y algunas consideraciones éticas que hayas seguido, como consentimiento o confidencialidad.

En esta sección se presentan los resultados de tu investigación, sin interpretarlos, simplemente mediante el uso de gráficas o tablas en las que presentes de manera visual los datos. Además, puedes incluir un breve texto que describa los patrones y tendencias principales.

Este es otro de los apartados más importantes del Trabajo Fin de Estudios (TFE), ya que en él se interpretan los resultados en un contexto de revisión literaria.

Debemos explicar el significado de los resultados y relacionarlos con los objetivos de investigación y la hipótesis inicial. Además, podemos comparar nuestros resultados con los de las investigaciones previas mencionadas, para ver si confirman o no lo que ya se sabía sobre el tema. Por último, explica cualquier resultado que haya aparecido inesperadamente y señala las limitaciones de tu investigación, es decir, qué factores pudieron haber influido en los resultados obtenidos.

En esta sección se resumen los hallazgos de tu investigación, sin incluir nueva información. Puedes destacar la contribución principal de tu trabajo al ámbito del tema que has elegido, ofrecer recomendaciones prácticas o indicar futuras investigaciones.

Aquí debes incluir una lista completa de todas las fuentes a las que hayas hecho referencia. Es importante seguir el estilo de citación que nos hayan sugerido en la universidad (APA, MLA…).