Estás a punto de entregar un artículo, un paper, el TFG, la propuesta de participación en un congreso, una solicitud de beca… y te das cuenta de que nadie te ha corregido el texto. No pierdas más tiempo y revisa por ti mismo el texto. Estas son las cosas en las que debes fijarte:
Trucos para corregir tú mismo los errores de tus textos
¿Has terminado de escribir y tu texto está listo para ser corregido?
Si aún te queda alguna parte por finalizar, concéntrate en acabar antes de comenzar con la revisión.
Ten presente que siempre es más sencillo y más eficiente que alguien con los conocimientos suficientes, pero ajeno a la creación del texto, lo lea para corregirlo con desde una “mirada fresca”. Además de detectar errores te dará su parecer en otros términos: si resulta interesante, si es confuso respecto a la información que ofrece, qué impresión general causa.
Encontrar inspiración
Entre los servicios más útiles para los estudiantes que tienen que enfrentarse a un trabajo que nunca antes ha realizado, están los ejemplos.
¿Qué te parecería poder contar con ejemplos de TFG, TFM y Tesis doctorales recientes y que han conseguido buena nota? Además del clásico Teseo, puedes descargarte los mejores trabajos finales de Grado y Máster completos, incluidos en repositorios universitarios digitales como los de:
Planificar una autocorrección implica dedicarle tiempo, pero a la larga hará que tu trabajo de revisión sea mucho más efectivo y rápido. Si lo que vas a corregir es un texto corto (menos de 20 páginas) nuestro consejo es que unifiques las tareas de detección y corrección en el mismo momento.
Imprimir el texto para primero encontrar los errores y luego proceder a editarlo en una segunda vuelta puede resultar muy tedioso. Trabajar así te hará sentir que no avanzas tan rápido como desearías, pero te permitirá sistematizar la detección de errores frecuentes y agudizar la vista para dar con otros inesperados.
Crear un calendario con las tareas de corrección que llevarás a cabo cada día te ayudará en los momentos de flaqueza. Revisar un texto es muy duro, porque es un trabajo ingrato y además suele llegar cuando más cansados estamos, justo después del gran esfuerzo de escribir.
Cómo corregir tus propias erratas
Quizá la escena que te proponemos a continuación te resulte un poco radical pero, confía en nosotros, dará sus frutos:
Además de modismos y errores de estilo, los errores de estilo personales suelen centrarse en fallos en la coherencia verbal, por lo que deberás prestar atención tanto a la persona como al tiempo verbal que utilizas. Sobre todo cuando pasas de un párrafo a otro.
Cómo corregirse a uno mismo los errores gramaticales
Corregir los propios errores de ortografía y gramática es fácil si sabes cómo hacerlo. Lo primero que debes hacer es pasar el corrector de Word, seleccionando bien el idioma. Si el texto está en español, te recomendamos seleccionar la zona, el país concreto o, si lo que quieres es un texto neutro, la opción “alfabetización internacional”.
Estos son tres libros imprescindibles para detectar tus propios errores gramaticales y ortográficos en español, sin depender de un corrector:
- Diccionario Panhispánico de dudas (disponible online aquí)
- Nueva gramática básica de la lengua española, de la Real Academia Española (Espasa). También existe una edición extendida en dos tomos.
- Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica, de la Real Academia Española (Espasa)
Cómo autocorregir errores de puntuación
Encontrarás una guía práctica con ejemplos para corregir los errores de puntuación de tus propios textos en la página 236 y siguientes del Libro de estilo que mencionamos más arriba. Aquí te explican cómo usar los signos de puntuación incluyendo ejemplos de errores frecuentes.
La mejor manera de colocar los signos de puntuación de acuerdo con el significado que queremos darle al texto, es leerlo en voz alta, dándole una entonación. De acuerdo con el resultado, colocaremos:
- Punto, para pausas largas
- Punto y coma, para pausas intermedias
- Coma, para pausas muy cortas
- Dos puntos, cuando por ejemplo hacemos una pausa corta antes de comenzar a enumerar
- Paréntesis, para pausas breves que contienen una aclaración o dato adicional
Cómo corregir errores de significado
¿Cómo saber si tu texto se entiende? Ya hemos mencionado que para corregir realmente un texto y comprobar que otro lector podrá comprenderlo, es necesario leer entonando mientras corregimos. Esto te ayudará también a organizar tus ideas y formarte una imagen realista de cómo se perciben.
Te sugerimos que realices un marcaje de las ideas principales y secundarias de tu propio texto, exactamente igual que lo harías si tuvieras que estudiártelo como parte de un temario. Así podrás estructurar los párrafos de forma coherente, guardar el equilibrio entre ellos y aportar claridad al lector.
- Marca las ideas principales en un color.
- Marca las ideas secundarias correspondientes a cada una de ellas con otro color.
- Evalúa la distancia a la que se encuentran unas de otras.
- Equilibra la cantidad de texto que les dedicas, según su importancia.
¿Y qué pasa con los contenidos, cómo sé que eso que menciono de pasada es correcto? Nuestro consejo es claro: no menciones NADA que no conozcas. Podrías incurrir en errores de bulto graves, solo por citar un movimiento artístico o una función matemática. No aportarán nada al contenido de tu trabajo pero echarán por tierra la credibilidad de tu investigación.
Herramientas útiles para la autocorrección de textos
Tras corregir los propios errores de tu trabajo de investigación, ahora es el momento de solicitar ayuda: no dudes en pedirle a tu tutor de TFM, TFG o Tesis doctoral que revisen el texto. También puedes contratar un servicio profesional de corrección de textos. Ahora contarás con la perspectiva necesaria para aceptar (o rechazar) sus cambios y podrás estar seguro de entregar un texto impecable.
Catalina Eva-Pasillas
Jefe de equipo de autores
Catalina-Eva, colaborando con varios escritores, lidera un blog en Aprobare, donde se encarga de todas las publicaciones. Ella es la líder del equipo de redacción, coordinando y guiando a los demás autores en la creación de contenidos.